Recuerdo.

Recuerdo la primera vez que te vi,
te me grabaste en la retina.

Tu pelo,
con cada pelo
perfectamente
despeinado.

Y tus ojos,
verdes
como el pasto,
haciendo que tu mirada viajara
de mis ojos a mis labios
sin poder esconder el deseo
que en ella se habitaba.

Recuerdo subir a ese coche donde
miles de kilometros
nos separaban de tu cama,
donde podría, a besos,
comerte hasta el alma.

Y recuerdo irme de allí,
cogiendo tu mano,
y acariciarte el cogote.

Recuerdo irme de allí
vacía.
Sin ti.

Recuerdo irme de allí
sabiendo que volvería.

Recuerdo irme de allí,
para poder,
algún día,
volver a ti.