Vuelvo a ti.

Llevaba tanto tiempo triste que me parecía irreal pensar que alguien pueda ser feliz.
Y sí, hay problemas muchísimo más importantes en el mundo que mi tristeza,
y gente mucho más triste.
Lo sé,
pero yo hoy estoy aquí para decir que he dejado de sentirme triste.
De hecho hace ya tiempo que no siento nada,
y permíteme asegurarte que prefiero la tristeza al vacío.

A veces me torturo pensando en ti,
sólo para comprovar que aún dueles,
que aún soy capaz de sentir dolor.
Y joder, cómo escueces.
Parece que el tiempo no haya pasado practicamente.
Todo es igual que cuando te fuiste,
todo,
menos tú.
Porque aunque no lo crea, sí ha pasado,
el tiempo.
Tiempo que sin ti, es solo empo.
Empotramientos constantes contra tu recuerdo,
eso es lo que es.

Echo de menos sentirme como tú me hacías sentir.
Echo de menos notar mi pecho desbordante cada vez que tus ojos cruzaban los míos.
Pero ya, qué más da,
qué importa,
si total,
sólo somos un montón de tiempo malgastado,
y otro monton de empo, y de empotramientos
contra los recuerdos
y contra nosotros mismos.

Pero bueno,
llevo tiempo sin sentirme triste.
Llevo tiempo sin sentir nada.
Y como últimamente no me siento orgullosa de nada,
empezaré por enorgullecerme de esto.
Porque dicen que de la tristeza al vacío sólo hay un paso,
lo que no dicen es si para eso tienes que avanzar,
quedarte quieta
o hacer como yo y volver hacia atrás.
Volver hacia ti.