Estrellas fugaces.

Ojalá existiera eso, una máquina que pudiera hacerte viajar en el tiempo. Volver a ese momento en el que todo se fue a la mierda, y evitarlo. Corregir los errores y revivir los momentos más felices de tu vida. Poder volver a abrazar a esa persona que ya no está entre nosotros, o poder volver a disfrutar de tu última primera vez. ver con tus propios ojos todos esos momentos de tu infancia en los que tu madre te dice que eras tan feliz, o incluso volver a los momentos en los que te sentiste solo y simplemente estar ahí, para que tu "Yo" del pasado deje de sentirse sólo.

Ojalá pudiera avanzar el tiempo, y dejar todo esto pasar. Dejar que las lágrimas se convirtieran en carcajadas. Que los cortes se volvieran besos. Que la soledad se volviera amor. Avanzar el tiempo tanto como fuera necesario para que la depresión pasara.

Ojalá pudiera parar el tiempo, y salirme un momento de mi mundo para verlo desde fuera. Poder parar mi vida, y pensar qué carajos estoy haciendo con ella. Ver los que he hecho, y las posibilidades que tengo por hacer. Para mi mundo y reflexionar sobre qué me hará más feliz.

Pero no. No existe tal cosa. No existe una máquina que controle el tiempo. No podré volver a ver a esa persona que se fue, y no podré observar mi "yo" del futuro. No podré parar mi mundo unos instantes, y mirarlo desde fuera. Por más que lo desee, y por más que lo pida a las estrellas fugaces, no puedo. Porque si volviera atrás y corrigiera mis errores, ahora no sería tan fuerte. Si parara el tiempo y lo mirara desde fuera, no me equivocaría, y no podría aprender de mis errores. Y si fuera hacia delante, a donde fuera feliz, ¿cómo sabría volver a luchar?

Ojalá pudiera pedirle una máquina del tiempo a las estrellas fugaces, pero no. Las estrellas fugaces no pueden arreglar el mundo.

¿Volverás?

- ¿Qué le ha pasado a mi pequeña?
- Se ha ido.
0:12am
El rímel está manchando mi cara, hace que me parezca un poco al joker. No me importa demasiado. Quizás ahora la gente dejará de preguntar si estoy bien.
0:54am
Está lloviendo, fuera. Quizás incluso el cielo llora por ti. ¿Lo oyes?
1:38am
He lanzado ese oso que me regalaste por mi cumpleaños por la habitación, y uno de los botones que le hacían de ojos se ha caído. Creo que esto me ha roto el corazón más que cuando tú te fuiste.
2:46am
Ahora estoy riendo. Quizás estoy riendo un poquito demasiado alto. Mi madre me dice que está un poco preocupada por mi salud mental. Le digo que estoy bien. No le digo que yo también estoy preocupada.
3:10am
He puesto mi música un poco demasiado fuerte y he despertado toda la casa. Estoy llorando. La canción me hace recordarte. Me han dicho que intente descansar un rato, que me irá bien. ¡Ja! Cómo si a las pesadillas les importara que me vaya bien descansar.
4:17am
Estoy agotada, pero no de la falta de sueño. Estoy agotada de sentir demasiado y, aún así, no sentir suficiente. Mis pulmones se están agotando, y desearía poder dejar de sujetarme a la nada como si estuviera sujetando tus manos. No quería que te fueras.
5:49 am
Tengo mucho que decirte todavía, y las paredes no saben escuchar. Pero por lo menos no se irán. Pensándolo bien, escuchan mejor de lo que tú lo hacías.
6:13 am
Es casi de día. Iré a ver cómo sale el sol sola, y quizás hoy no me sienta tan patética. Quizás consiga superarte finalmente. Sí. De todos modos, nunca me mereciste. Ahí te pudras.
7:45am
Bueno, eso fue tonto. Vuelve. Por favor, vuelve. Te juro que podremos volver a empezar y fingir que esto no ha sucedido nunca. Podremos volver a hacerlo todo de nuevo y, esta vez, funcionará. Te lo prometo.
8:00am
Ya, lo sé. Eso también fue tonto. No puedo pedirte que vuelvas. No volverás jamás, ¿verdad? No. No puedes. No puedes maldita sea. Te quiero. Te echo de menos. Siempre te recodaré. Te lo prometo.

Hola, otra vez.

Hola,
Soy yo otra vez. Sé que no te gusta que te escriba, ni que te llame, ni que te hable, ni que te piense. Sé que hace tiempo que lo dejamos, y que tú ahora estás con ella. Lo sé, y me alegro muchísimo de saber que eres feliz. Me alegro muchísimo que ella te de todo eso que a mí me faltaba.

Te echo de menos, joder.
No te escribo para pedirte que vuelvas, sé que no serviría de nada, te escribo porque he decidido comerme mi orgullo, y decirte que te necesito. Ya sabes, soy diferente, no puedo hablar con cualquiera de cuánto te echo de menos. No lo entenderían. Sólo alguien que supiera cuánto te quise podría llegar a entender cuánto te extraño. Y ahora mismo, sólo tú pasas por mi cabeza.

No me gustaría hacerme pesada, pero quería decirte que cuando decía "Te quiero" iba en serio. Que no era uno de esos juegos, que no mentía cuando decía que yo te quería más. ¿Te acuerdas de cuando peleábamos por saber quién quería más a quién? Pregunto por preguntar, porque ya se que no. Creo que te has olvidado de todo. ¿Te acuerdas si quiera de cuánto y cómo te quería?

Tengo un problema. Y te lo digo a ti porque... No sé, porque he visto tu nombre entre mis mensajes, y he empezado a acordarme. Es curioso, antes de salir contigo tenía millones de problemas, y ahora sólo tengo uno, que duele mucho más que los millones de antes. Tú. Tú y tu puta sonrisa sois mi único problema. ¿Por qué no te sales de mi cabeza? Llévate todos estos recuerdos, todas las heridas, todos los besos, todas las noches, mañanas y tardes. Llévate contigo cada uno de los "te quiero" y todos los "ojalá estuvieras entre mis brazos". Devuélveme la serenidad en mi vida, devuélveme la rutina, devuélveme la sonrisa. Devuélveme el corazón. Y llévate tu olor que aún está pegado a mis sábanas, y llévate el tacto de tu piel que sigue pegado a mi cuerpo. O mejor no. Mejor no te lleves nada. No te lleves los paseos por ninguna parte, y las excursiones a donde nos llevaran los pies. No te lleves tu "Te adoro más que a la pizza". No te lleves tus palabras bonitas, ni las veces en las que intentaste curar mis heridas. No te lleves nada, porque no estoy segura de que quiera olvidar la mejor parte de mi vida.

Siento molestarte a estas horas, pero es que se me ha venido a la cabeza la estúpida idea de que quizás tú seguías queriéndome. Qué estupidez, ¿eh? Si incluso yo se que los "para siempre" eran de dos meses, y que los "Te quiero" iban con condiciones. Si incluso yo sé que quizás ni siquiera te gustaba. Si incluso yo sé que siempre preferiste a las otras. Las otras, las que eran guapas, delgadas, simpáticas, normales. Tranquilo, no te culpo por no querer salir con alguien así, alguien como yo. Si es que, incluso yo sé que nadie lo haría, ni siquiera yo.

Decepciones.

Imagínate esto: Llevas más de un año esperando algo, un día, una hora, un abrazo, una persona. Llevas más de un año soñando en el momento en que sus brazos te rodearán, y te sentirás protegida otar vez. Llevas todo un año aguantando las lágrimas de saber que aún quedaba mucho. Pero ahora ya no queda mucho. Ahora no queda nada. En unas horas tendrás sus brazos entre los tuyos, y todo volverá a estar bien.

O por lo menos eso es lo que piensas.

Como no podría ser de otra forma, algo malo pasa. No puede venir. O quizás eres tú la que no puede ir. Llueve, no te dejan salir. O quizás hace tanto sol que salir sería peligroso para tu piel. Vuelves a imaginarte tus brazos rodeando su cuerpo, y te convences de que da igual, que pase lo que pase tu quieres estar ahí, con esa persona. Pero no. Llámalo karma, llámalo destino, llámalo vida; pero hay algo que no te permite que cumplas tu único motivo de seguir adelante des de hace tanto tiempo. Sientes como imaginártelo ya no te reconforta, si no que te debilita. Te vuelves inmune a tu imaginación.

Y es ahí cuando entiendes que la vida se crea de decepciones. Decepciones como esta. De sueños frustrado y momentos tristes. Te decepcionas, te frustras, la ira te corroe por dentro. Pero no dejas que te dominen. Sigues serena como si nada se estuviera desmoronando, como si todo estuviera bien. Eres experta en fingir este tipo de cosas.

Y no sabes si al final se solucionará todo, o seguirá rompiéndose hasta que te rompas tú. Pero sí sabes una cosa, no te rendirás.