A U T O D I D A C T A

Me enseñaron a esperar
porque enseñarme a luchar
les daba miedo.

Nadie sabía qué esperar
de la fuerza colosal
que tenía dentro.

Y me dijeron:
"Por mujer,
por pobre
y por ciudadana,
eres débil."

Ahora, pues,
no me queda más
que quejarme
en verso.

Y a quienes me enseñaron
a ser débil,
a esperar
y a desear
en vez de a luchar,

les digo, hoy, que
por mujer,
por pobre,
y por revolucionaria,
os doy miedo.

Porque no me enseñaron
a luchar,
a ganar
ni a hacer lo que quería.

Pero en el mundo de hoy en día
no me quedó otra
que volverme
autodidacta.