Dark days.

Todos los que hayan estado tristes te sabrán decir que la depresión no tiene nada de poético. Pero, ¿cómo si no explico el vacío de mi corazón? Pues para esto sirve la poesía. Para desahogarte, para rellenar con palabras el hueco que la realidad ha dejado en ti.

Hay veces que puedes sentir como tu corazón se reduce hasta desaparecer, y cómo la tristeza ocupa el vacío que quizás preferirías sentir. Solía pensar que esto era porque las cosas que te ponen triste eran como agujas que se clavaban en tu corazón y lo hacían desaparecer. Fue a base de pinchazos que comprendí que como mayor era la aguja, más larga la desaparición.

Hay veces, sin embargo, que no hay nada que rellene el vacío que deja tu corazón. Intentas mantenerte ocupado, intentas no pensar en ese maldito agujero negro que se expande en tu interior. Y esta es precisamente la razón por la que los días malos son los días negros, porque la oscuridad de tu interior te carcome y te envuelve hasta acabar mostrándotelo todo en escala de grises. Igual el problema esta en que la gente triste como yo no tenemos miedo de la oscuridad.

De pequeña los cuentos me dijeron que siempre tendría alguien, que nunca estaría sola. Y sin embargo, aquí estoy, con mucha luz y todo a oscuras.