De pequeña siempre empezaba esta misma carta con un "Este año he sido muy buena, y por eso pido...". Pero este año no quiero hacer eso, pues creo que el mejor regalo es el de haber aprendido todo lo que he aprendido. Así que...Queridos reyes magos,
Este año he aprendido que no tengo por qué dar explicaciones a nadie sobre lo que hago. Que la seriedad está bien, pero que todos necesitamos un poco de locura en la vida. He aprendido, o más bien descubierto, que le tengo pánico al amor; y supongo que he aprendido a luchar contra mis miedos porque me he enamorado varias veces.
Este año he aprendido que mi vida es mía, y no de los demás. Que si yo quiero hacer algo, tengo que hacerlo porque quiero, y no porque alguien me obligue. Que no puedo depender de nadie, porque todo el mundo se va. Que recordar todos mis errores no me sirve de nada, pero que olvidarlos es peor. He aprendido que ser yo misma es difícil, pero que merece la pena. He aprendido a no hacer caso de lo que los demás me digan. Este año he aprendido que la felicidad es momentánea, pero que durante los momentos de felicidad estás tan bien, que te da igual hundirte después. Que no estoy tan sola como pensaba. Y que levantarme siempre será más difícil que rendirme, pero también más satisfactorio.
Este año he aprendido a ser la mejor versión de mi misma, y por eso os pido... Nada. No os pido nada porque todo lo que necesitaba ya lo he aprendido este año.
